domingo, 5 de julio de 2009

Nunca para: El tiempo.
A veces hacemos muchas cosas, decimos hu, seguro tardé un montón, mirás el reloj y sólo pasó una hora.
Cuántas veces quise detenerlo, para poder pensar tranquila, sí, como el famoso reloj que paraba y todo se quedaba quieto, eso quería, si no era para pensar era para acercarme y abrazar con todas mis fuerzas a alguien, para despedirme sin que se enterara, y seguir como si nada hubiera pasado, haciendo que mi corazón se sintiera mejor.
Cuántas veces me senté a charlar y cuando miré dije, ¡No! pasaron ya 6 horas, pero por qué, ¿Tan rápido?...
El tiempo, bueno y malo, tortuga y fugaz.
Ese que hace que todo acabe a veces, esperando a que los minutos pasen, haciendo que las personas pierdan la paciencia y se pongan a buscar a otras que les lleve menos tiempo de descifrar cómo son.
O ese que nos sana, que cura las heridas que nos hacen o nos hacemos.
Muchos celebran la cantidad de tiempo que están al lado de alguien o que conservan algo, cuando creo que ya nadie celebra cuánto tiempo bien vivido llevan , valorado, con ese alguien o algo.

2 comentarios:

rrrrocio dijo...

Me gusta tu blog :) te sigo

Mariana dijo...

solo deja que ocurra